domingo, 14 de noviembre de 2010

Palacios Imperiales, Arcos y Coliseo


Los Palacios Imperiales:

La residencia más grande e impresionante de Roma fue construida a finales del siglo I por el emperador Domiciano, y cubría toda la zona central del Palatino. El Palatino es colina histórica romana. Fue la cuna de Roma, aquí fue trazado el surco de Rómulo y la residencia de los reyes. Por eso la colina fue elegida como Residencia de los Césares, y el lugar idóneo para la construcción de los Palacios Imperiales.

Arcos:

Arco de Tito: El Arco de Tito esta situado en la Vía Sacra, al sudeste del Foro Romano, al sur del templo de Venus y Roma. Fue construido por su hermano Domiciano siendo emperador (el mismo que construyó el primer Palacio Imperial). El Arco conmemora la victoria de los romanos sobre la revuelta judía. El cuerpo del Arco de Tito esta formado por una sola abertura asentada sobre dos pilares decorados por dos pares de columnas.

Arco de Septimio Severo: Compuesto por tres arcos, está realizado en travertino y ladrillos, revestidos de mármol. Colocados sobre los arcos laterales, encontramos cuatro paneles, donde se representan episodios de las dos campañas. Se deben interpretar de abajo hacia arriba, empezando por el panel situado más a la izquierda. Los relieves, en los que se alude a las victorias tanto del emperador sobre los partos, como los de sus dos hijos se encuentran muy deteriorados. En la parte superior se encuentra una dedicatoria a Septimio Severo y a uno de sus hijos.

Arco de Constantino: Situado entre el Coliseo y la colina del Palatino, fue erigido para conmemorar la victoria de Constantino sobre Majencio en la batalla de Ponte Milvio. El triple arco tiene cuatro columnas exentas y una decoración escultórica compleja, los medallones y frisos presentan una gran cantidad de temáticas: batallas, sacrificios,...En su parte superior se puede leer lo siguiente: Al Emperador César, el grande, el pío, el afortunado, que por inspiración de Dios, grandeza de espíritu y valor de su ejército, liberó al estado del Tirano y de sus partidarios, el Senado y el Pueblo de Roma dedicaron este arco de triunfo.

El Coliseo:

Es un gran anfiteatro de la época del Imperio Romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma. En la antigüedad poseía un aforo para lo que hoy consideraríamos un campo de fútbol. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estamentos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio Romano, se completó por el emperador Tito. El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, así como las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como batallas navales, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica.







Basílicas y Mercados

Basílicas:

Basílica Julia: Situada al lado sur del Foro Romano, era uno de los primeros edificios de este tipo en Roma. Julio César reconstruyó la basílica que habría de ser la más monumental de todas las basílicas republicanas. Acabada durante el mandato de Augusto, cambió de nombre para recibir definitivamente el de Basílica Julia. La basílica era el lugar donde se encontraba la administración de justicia o donde se podía comerciar. Se trataba de una gran espacio cubierto al que se accedía a través de un pórtico en el lateral o en los extremos, en el otro lado del edificio se situaba el altar. El espacio estaba separado por una nave central más ancha, flanqueada por dos naves laterales separadas por columnas. Esta nave era dividida en cuatro partes a través de maderas y cortinas para poder admitir cuatro tribunales simultáneamente. Actualmente solo se conserva el podio con sus peldaños.

Basílica Emilia: A lo largo de los siglos fue modificada y mejorada, por varios de los componentes de la Gens Emilia. En el año 14 a.c. fue destruida por un incendio y reconstruida por Augusto. Su última restauración se efectuó durante la invasión de los visigodos. La Basílica Emilia es la única superviviente de la Roma Republicana. Su función principal era albergar las actividades políticas, económicas y judiciales del Foro cuando el tiempo no permitía que se realizaran en el exterior.

Mercados:
Los mercados fueron planificados al mismo tiempo que el Foro de Trajano, pero terminados antes, ocupaban tres terrazas sucesivas, cortadas en la ladera del Quirinal, que se situaba  al lado de los foros imperiales. El conjunto tenía seis plantas, de escaleras, calles y galerías de tiendas. El material básico de la construcción era el ladrillo, empleado por primera vez a gran escala. Como muestra la fotografía el núcleo del conjunto tenía forma de abanico.

Templos en Foro Romano


Templos:


Templo de Saturno: Dedicado a Saturno, está situado en el extremo occidental del Foro Romano, al sudoeste de los Rostrae. Los cimientos más antiguos del Templo se atribuyen al rey Tarquino el Soberbio. El Templo de Saturno (cuyo uso principal era el de guardar el tesoro nacional) era conocido por el nombre de Aerarium, y almacenaba las reservas de oro y plata, así como las insignias y los archivos nacionales. Posteriormente, el archivo fue trasladado al Tabulario.

Templo de la Concordia: El templo de la concordia en la antigua ciudad de Roma fue el principal templo de la ciudad dedicado a la diosa de la Concordia. Se encontraba en el extremo occidental del Foro Romano. La historia del templo se remonta a las luchas civiles del principio de la República. Para celebrar la pacificación entre patricios y plebeyos, el Senado ordena la construcción del templo en honor de la Concordia que Marco Furio Camilo había prometido si la paz se restablecía.

Templo de Vesta: De planta circular, está formado por una cela de veinte columnas corintias y está levantada sobre un podio revestido de mármol con un diámetro de 15 metros. Vesta, la diosa del hogar, era venerada en el ámbito doméstico y se le rendía culto en familia. El santuario público más importante dedicado a esta diosa era el templo de Vesta, que albergaba las brasas del fuego sagrado, que según se decía había sido llevado por Eneas desde Troya. Era el símbolo de la seguridad de la ciudad, y estaba custodiado permanentemente por 6 vírgenes vestales que tenían la obligación de mantener el fuego encendido permanentemente. Se creía que si un día se apagara el fuego un gran desastre caería sobre la ciudad, por lo que cuando esto sucedía a algunas de las vestales eran castigadas con latigazos. Pero a las que no se mantuvieran castas durante su sacerdocio les esperaban castigos peores, ya que eran enterradas vivas (en los 1.000 años de historia del templo solo sucedió 18 veces), ya que no podía derramarse la sangre de una virgen vestal.
Templo de César: El Pueblo Romano proclamó Dios a Cayo Julio César tras su muerte. Por ello, en el lugar donde ardió su cuerpo mortal se levantó un templo. El Templo de Divus Iulius. En el lugar exacto en el que su cadáver fue incinerado se construyó un altar circular.

Templo de Venus y Roma: El imponente templo de Venus y Roma fue construido por el emperador Adriano. Se construyó sobre los restos del atrio de la Domus Aurea de Nerón. De aspecto griego, estaba inserto en un pórtico con columnas que dejaban ver libremente las fachadas. El aspecto definitivo del templo es debido a las restauraciones tras un incendio llevadas a cabo por Majencio. Hoy solo quedan del templo unas ruinas.

El Foro Romano

El foro era el lugar público donde tenía lugar la asamblea del pueblo. Con el tiempo se convirtió en el centro político, religioso de negocio y de vida social de la ciudad, donde se encontraban los principales edificios de la ciudad: templos, arcos triunfales, pilares, estatuas, etc. Originalmente era un terreno pantanoso, que fue drenado en sus inicios por los Tarquinios con la Cloaca Máxima, convirtiéndolo en un lugar de reunión entre las distintas poblaciones. Estaba situado entre las colinas del Palatino, Capitolio y la colina del Quirinal. La belleza del foro se intensificó con la construcción de varios templos. La Vía Sacra, un camino procesional, cruzaba el Foro Romano conectándolo con el Coliseo.

Antes de César:



El Foro Romano se había quedado ya muy pequeño como plaza pública y César decidió construir uno nuevo al lado del viejo. El Foro de César era una gran plaza pública rectangular cerrada por pórticos sostenidos por una doble columnata de mármol. Tras los pórticos se abrían locales comerciales de dos pisos. Coronando el foro se alzaba el templo consagrado a Venus, templo que César prometió levantar si conseguía la victoria en Farsalia…y por supuesto, así lo hizo. En el conjunto se integraba la nueva sede del Senado de Roma.

En la época de César y Augusto:


En la época de Trajano.



Mapas, Ríos y Murallas de la ciudad de Roma


Las siete Colinas:

Las siete colinas de Roma son una serie de promontorios que históricamente han formado el corazón de la ciudad de Roma. Situadas al este del río Tíber, este conjunto geográfico ha protagonizado numerosísimos pasajes literarios y son una referencia muchas veces repetida en la cultura popular.
Inicial y tradicionalmente, las siete colinas fueron ocupadas por pequeños asentamientos que se agruparon y formaron una ciudad conocida como «Roma». Los ciudadanos de las siete colinas comenzaron a participar en una serie de juegos religiosos que comenzaron a unir a los grupos. La ciudad de Roma nació por tanto una vez que los asentamientos comenzaron a actuar como grupo, drenando los valles pantanosos que los separaban y convirtiéndolos en mercados y foros.
Las siete colinas de la Roma antigua eran:
1- El monte Aventino.
2- El Capitolio, que tenía dos crestas: el Arx y el Capitolium)
3- El Celio, cuya extensión oriental se llamaba Caeliolus.
4- El Esquilino, que tenía tres cimas: el Cispius, el Fagutalis y el Oppius
5- El monte Palatino, cuyas tres cimas eran: el Cermalus, el Palatiu y el Velia. Aquí fue donde Roma fue creada por Rómulo.
6- El Quirinal, que tenía tres picos: el Latiaris, el Mucialis y el Salutaris.
7-El Viminal.

El Río y sus accidentes geográficos:

El río Tíber es el tercer río más largo de Italia (después de los ríos Po y Adige), con una longitud de 405 km.
Nace en los Apeninos, en el monte Fumaiolo, en la región de Toscana, y atraviesa las de Umbría y Lazio, pasando por las ciudades de Perugia y Roma. Desemboca en el mar Tirreno, el cual alcanza dividido en dos brazos en Ostia, el Isola Sacra (al sur) y Fiumicino (al norte). En su curso hay numerosos puentes; algunos de ellos de gran valor histórico-artístico. Desde su nacimiento, el Tíber fue el alma de Roma, y el hecho de que la ciudad le deba su propia existencia está descrito ya desde la primera escena de la leyenda de la fundación, con Rómulo y Remo, que embarcados en una cesta lo recorren hasta cruzarse en el camino de la loba Luperca.


La Isla Tiberina se encuentra ubicada en el río Tíber, en el trecho en que éste atraviesa Roma, cerca de la Colina del Capitolio. Es famosa debido a que albergaba al Templo de Esculapio, el dios griego de la medicina. Posee una forma similar a la de una barca.
Por su posición en el medio del río Tíber, la isla constituía – en caso de necesidad - un lugar separado de la ciudad y un aislamiento de ésta. Durante la Edad Media, el Templo fue utilizado como una fortaleza. La parte alta de la isla alberga ahora el Hospital de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, un centro médico de renombre en Roma.

Las murallas de Roma:

Roma estuvo rodeada por dos líneas de murallas alzadas en diferentes épocas: la muralla Serviana y la Aureliana. Como puede verse en la imagen (los números corresponden a la división en regiones realizada por Augusto), la segunda era más amplia dado el crecimiento de la ciudad en la época bajo-imperial.

Personajes Importantes de la Antigua Roma


- Monarquía:

             Tulio Hostilio fue el tercer monarca de Roma, muy parecido a Rómulo en cuanto a su carácter guerrero, y completamente opuesto a Numa (su predecesor) debido a su falta de atención hacia los dioses. Tulio fomentó varias guerras, de forma que Roma obtuvo así nuevos territorios y mayor poder. Fue durante el reinado de éste cuando Alba Longa fue completamente destruida, siendo toda su población esclavizada y enviada a Roma. De esta forma, Roma se impuso a su ciudad .
Tarquinio Prisco fue el quinto rey de Roma, y el primero de origen etrusco, presumiblemente descendientes de Corinto. Tras su llegada a Roma, obtuvo el favor de Anco Marcio, que lo adoptó como su hijo. Al ascender al trono, pronunció varias guerras contra sabinos y etruscos, duplicando así el tamaño de Roma, y consiguiendo grandes tesoros para la ciudad.
Tarquinio el Soberbio fue el séptimo y último monarca de Roma, también de origen etrusco. Fue durante su reinado cuando los etruscos alcanzaron la cúspide de su poder. Tarquinio usó la violencia, el asesinato y el terror para mantener el control sobre Roma como ningún rey anterior los había utilizado. Echó por tierra muchas reformas constitucionales que habían establecido sus predecesores. Su mejor obra para Roma fue la finalización del templo de Júpiter, iniciado por su padre Prisco.



- República:

Cayo Mario fue político y militar romano, llamado tercer fundador de Roma por sus éxitos militares. Fue elegido cónsul siete veces a lo largo de su vida, algo sin precedentes en la historia de Roma. También se destacó por las reformas que impuso en los ejércitos romanos, autorizando el reclutamiento de ciudadanos sin tierras y reorganizando la estructura de las legiones, a las que dividió en cohortes.
Marco T. Cicerón fue reconocido como uno de los más importantes autores de la historia romana: es responsable de la introducción de las más célebres escuelas helenas en la literatura republicana, así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín. Cicerón centró toda su atención en su carrera política, siendo miembro del Senado durante una época.
Julio César fue un militar romano y un líder político. Es considerado como uno de los más grandes genios militares de toda la historia, pero también un excelente político y uno de los líderes más fuertes del mundo antiguo. Fue proclamado dictador por toda la vida, y centralizó el gobierno de la Republica. Fue asesinado en el 44 a. C., por Bruto y una serie de senadores comandados por él, recibiendo de ellos más de veinte puñaladas. Hizo innumerables conquistas para el territorio romano, y nunca perdió una batalla en la que él se encontrara de comandante. 

- Imperio: 

Augusto fue el primer emperador, e hijo adoptivo de Julio César. Tras la adopción testamentaria de su tío abuelo, Julio César, pasó a llamarse definitivamente como  “Imperator Caesar Augustus”, título otorgado al emperador, que significa “vencedor en la batalla”, lo que le convertía en comandante de todos los ejércitos.
Tiberio fue el cuarto emperador romano, y gobernó durante más de un lustro. Fue el primer emperador romano nacido fuera de la Península Itálica. Tras la muerte de Octavio, quedó sólo en la regencia que había obtenido con la acumulación de títulos los años anteriores. No adoptó el título de “Imperator”, y demostró su desapego al poder desde inicios de su reinado. Una de sus primeras decisiones fue reformar las instituciones, para lo cual aumentó el poder del Senado dándole la facultad de nombrar magistrados, con lo que los Comicios fueron debilitados.
Nerón fue un emperador del Imperio Romano que gobernó desde el 54 hasta el 68. Tras morir, se convirtió en el último emperador de la dinastía Julio-Claudia. Nerón ascendió al trono tras la muerte de su tío Claudio, que lo había nombrado su sucesor.

Periodos de la Historia de Roma


La Monarquía romana:

El primer monarca romano fue Rómulo, el fundador de la ciudad.
La sociedad estaba constituida por una clase alta o nobleza, que a su vez, estaba compuesta por varios tipos de estatus sociales. Los patricios detentaban todos los privilegios, y eran los únicos considerados como “ciudadanos romanos”. Además, tenían derecho a voto, y a ocupar los cargos políticos y religiosos (aparte de ser el sector que detentaba todo el poder económico). Por otra parte, los plebeyos eran la clase baja, y estaba compuesta por los extranjeros y los campesinos, los cuales carecían de derechos, y no participaban en absoluto en la política. Los plebeyos podían incorporarse a una familia de patricios, en calidad de protegidos, con lo que lograban mayor seguridad. Y cómo no, los esclavos: aquellos a los que ni siquiera se les consideraba personas, sino cosas; estaban compuestos por los prisioneros de guerra y los plebeyos deudores, los cuales lograban su liberación mediante un pago.
La familia constituía la institución más sólida del estado. Estaba integrada por todos los que rendían culto al mismo antepasado, es decir, los plebeyos y los esclavos que estaban dentro de una casa también contaban. El padre ejercía la máxima autoridad sobre la familia, y la mujer gozaba de consideración y respeto, aunque no participaba de la vida política. El matrimonio tenía carácter religioso y era indisoluble, lo que aseguraba la solidez de la sociedad romana. Con la corrupción de las costumbres durante la república se introdujo el divorcio, que contribuyó a la decadencia y la disolución de la sociedad. 

La República:

Con la caída de Tarquino el Soberbio (último monarca de Roma) la monarquía en Roma llegó a su fin. El rey fue sustituido por dos cónsules que eran elegidos anualmente por las Curias. Con ello comenzó la república, con la que se concedió mayor participación a los ciudadanos en el gobierno, aunque en última instancia eran los cónsules los que gozaban de igual poder que los antiguos monarcas. Éstos, además, presidían el Senado y la Asamblea del Pueblo.
Los primeros cónsules fueron Bruto y Tarquino Colatino (pariente de Tarquino el Soberbio, último monarca de Roma). La  familia de Tarquino el Soberbio se había propuesto recuperar el poder y reinstaurar la monarquía, lo que dio origen a una larga lucha que se prolongó hasta el año 496 a.C., en la que los Tarquinos fueron derrotados en la batalla del lago Regilo.
En ese mismo año, los patricios crearon una dictadura (hasta entonces desconocida) para amedrentar a los plebeyos, por lo que éstos tuvieron que huir, y se asentaron en el monte Sacro. Los patricios, mediante el cónsul Menenio, consiguieron que los plebeyos regresaran a Roma, mediante una promesa de la creación de tribunos de la plebe, que defenderían sus derechos. 

El Imperio romano:

La muerte de César causó un grandísimo desconcierto en Roma. Los asesinos del estratega quisieron restablecer la antigua constitución. Cometido el crimen, salieron del senado llamando al pueblo a la libertad. Sin embargo, en el pueblo no encontraron más que desaprobaciones, ya que habían sentido el gobierno republicano de César, mediante Marco Antonio (lugarteniente de César), que les leyó su testamento, y los conmovió. Todos se dieron cuenta de que había dado a Roma orden y bienestar, por lo que se manifestaron duramente contra los senadores asesinos del último líder republicano. Los senadores tenían serias dudas, y huyeron, por lo que surgió en Roma una nueva etapa: el Imperio Romano. El primero que ocupó el cargo de emperador romano fue Octavio Augusto, sobrino de César, el cual fue ayudado por Cicerón.
El Imperio Romano no caería hasta haber llegado a su apogeo, y haber conquistado todo el Mediterráneo, siendo así la potencia militar mayor en toda la historia. Fue con la llegada de los pueblos Germánicos del norte con la que se terminó el dominio romano, a finales del S. V d. C.

Origen mitológico de Roma


Cuenta la leyenda que el rey Numitor de Alba Longa fue destronado y desterrado por su hermano Amulio, el cual procedió a matar a todos sus sobrinos con excepción de una única mujer: Rea Silvia. Con el único propósito de que esta no tuviera descendencia, la obligó a dedicarse al culto de Vesta (en lo que posteriormente llamaríamos la “Casa de las Vestares”).
Un día, Rea Silvia se quedo dormida en la orilla de un arroyo. Tiene la suerte (mala o buena, depende de por dónde se mire) de ser vista por un Dios, que cae profundamente enamorado de ella: el Dios Marte, que la deja embarazada. De esta unión nacieron los gemelos Rómulo y Remo.
A sabiendas de que si su tío se enteraba del hecho los mataría, Rea puso a los recién nacidos en una cesta y la dejó en el río Tíber. La cesta se cruzó en el camino de la loba Luperca, que los amamantó hasta que se hicieron autosuficientes.

Marte se da cuenta que los niños necesitan cariño humano, y cruzará a unos pastores en el destino de Rómulo y Remo, con el fin de que los adopten. Éstos son Fáustulo y Laurencia, los que los bautizaron con los nombres de Rómulo y Remo, que tras un cierto tiempo, se convertieron en bandoleros.
Tras derrocar a Amulio y llevar acabo su venganza, Rómulo y Remo toman caminos distintos: Remo se dirigió al monte Aventino, y Rómulo a la colina del Palatino. Rómulo es finalmente elegido por los dioses para formar una nueva ciudad, por lo que comienza a demarcar la ciudad y establece las líneas que la delimitan. El fundador de la ciudad prometió matar a cualquiera que pasará los límites de su ciudad; su hermano tentó a la suerte, y Rómulo finalmente cumplió con su promesa, matándolo de una estocada en el corazón. En honor a su hermano muerto, Rómulo bautizará su nueva ciudad con el nombre de Roma.
Los primeros habitantes fueron todos hombres. Por ello, muy inteligentemente, Rómulo organizó unas pruebas deportivas a las que invitó a la población vecina de Sabina. Aprovechó esta ocasión para raptar a las mujeres (lo que conocemos como Rapto de las Sabinas) y los hombres de esta ciudad decidieron rescatarlas. Rómulo pactó con el rey sabino Tito Tacio una diarquía hasta la muerte de este último, y quedó finalmente como único rey de Roma.