martes, 14 de diciembre de 2010

4 Estilos de Pintura, Características. Villa de los Misterios.

Las Pinturas: Los cuatro Estilos.

Primer estilo o de Incrustaciones.

Tiene origen helenístico y corresponde al siglo II a. C. Destaca por su decoración de paredes revestidas de mármol, donde la pared se divide normalmente en tres bandas horizontales. La inferior juega el papel de zócalo, la zona media se descompone a su vez en diversas capas de mármol, y la superior consta de un friso corrido generalmente blanco que completa la representación.
“La Casa del Fauno”, Pompeya. Mosaico de Alejandro Magno.

 

Segundo estilo o Arquitectónico

Corresponde al siglo I a. C. (donde termina el Primer estilo) y perdura hasta la época del Imperio. Muestra un deseo de introducir la perspectiva en los muros, con el propósito de ofrecer una sensación de profundidad. Para lograr esto incluye las denominadas “arquitecturas pintadas” sobre entablamentos, columnas, ventana…que conducen a un paisaje imaginario.
Villa Boscotrecase, Pompeya.

 

Tercer estilo u Ornamental

Coincide con la primera mitad del siglo I. En esta fase desaparecen los efectos espaciales arquitectónicos, pero la decoración sigue enmarcando cuadros con figuras o paisajes. Hay una menor preocupación por dar profundidad a las escenas, aumentando, por el contrario, los elementos de carácter decorativo. Por no pretender fingir el espacio tridimensional, a este estilo también se le ha llamado “de la pared real".

 

Cuarto estilo o del Ilusionismo Arquitectónico

Corresponde a la segunda mitad del siglo I a. C., siendo una especie de síntesis de las tendencias anteriores, dominadas por una escenografía fantástica donde se combinan los motivos imaginarios y las perspectivas arquitectónicas, dentro de lo que podíamos llamar barroquismo conceptual, donde se acentúan los espacios y fingimientos ópticos. A estas pinturas se les da relieve por medio de estucos.
Frescos de la Villa de los Misterios, Pompeya.




La Villa de los Misterios.

La Villa de los Misterios es uno de los edificios suburbanos de Pompeya, situado a unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la ciudad. Se trata de una construcción que presenta una disposición armoniosa y singular de sus ambientes y una superlativa colección pictórica. Fue construida en la primera mitad del siglo II a. C. y fue muchas veces remodelada y ampliada. Se presenta como una construcción de cuatro lados circundada por una terraza panorámica. Después del terremoto del año 62 la Villa cambió de propietarios y de usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.
Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la Villa de los Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.
Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas (como hemos visto anteriormente, pinturas del Ilusionismo Arquitectónico), destacan una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las esposas a los Misterios Dionisíacos. En la llamada Sala de la Gran Pintura, se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C. (como el que encontramos en la imagen anterior), que representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin éxito.
Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual bajo la supervisión de una matrona, una joven que lleva una bandeja con ofrendas, un grupo de señoras en una celebración sacramental, un sileno que toca una lira mientras una jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo sileno ofrece una bebida a un pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza una máscara teatral, entre muchas otras. También se representan las bodas de Dionisio y Ariadna.

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